31 de diciembre de 2010

Turbinas eólicas aéreas para obtener energía


El viento es una de las fuentes de energía renovables más limpias que existen pero los campos eólicos a veces suponen un problema estético y de espacio en algunos lugares con riqueza paisajística. Pero este problema no existe en lugares algo más elevados como podría ser el mismísimo cielo. Allí arriba soplan fuertes corrientes de viento que podrían aprovecharse mediante turbinas aéreas.

La NASA lleva investigando mucho tiempo acerca de la posibilidad de elevar turbinas atadas mediante nanotubos. El ingeniero Mark Moore trabaja en la idea de elevar estos aparatos a 600 metros donde generarían una energía que sería enviada a la Tierra a través de los nanotubos conectados. Pero, ¿es posible y económicamente viable esta obra de ingeniería?

Cuanto más alto se eleve una turbina, la posibilidad de obtener energía crece exponencialmente con lo que se hace evidente pensar en que la rentabilidad por la obtención de esta energía serían muy alta. A unos 600 metros de altura, la velocidad del viento es de dos a tres veces superior a la que podemos encontrar a nivel del suelo y la producción de energía puede ser de entre 8 y 27 veces más, según calcula Moore. Con estas cifras, se podría hablar de un aumento desde 500 vatios por metro cuadrado (en turbinas situadas en tierra) hasta una cantidad de entre 20.000 y 40.000 vatios por metro cuadrado.

Moore afirma que estas turbinas, en relación a las actuales, serían mucho más productivas y menos costosas de mantener ya que “podrían permanecer flotando hasta un año, descender para las revisiones de mantenimiento y volver a ser elevadas. (…) Un solo operador podría revisar 100 de estos aparatos”. También existe el problema de los terrenos donde están situadas las actuales centrales, ocupando grandes extensiones. Estas turbinas tan solo necesitarían pequeños terrenos donde irían anclados los nanotubos y los receptores de la energía.

Pero no todo son beneficios. Existe el inconveniente del espacio aéreo ya que los aviones no podrían acercase a estas turbinas. Pero según Moore, este problema puede ser menor si se utilizan los mares y océanos para situarlas. En las zonas oceánicas existe poca demanda de vuelo a baja altura de los aviones y las turbinas podrían anclarse a pequeñas plataformas de bajo coste.

Curiosos aparatos que nos muestran un esperanzador futuro en el que se puede llegar a la obtención de la mayoría de la energía a través de fuentes limpias y renovables.

(Extraído de Goefry en la Luna)

1 comentario:

Fátima Bregante dijo...

No tenía ni idea. Gracias por compartirlo.

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