Existen muchas cosas que podemos hacer día a día para contribuir a preservar el medio ambiente, teniendo una convivencia más armoniosa con la naturaleza. Lo único que se requiere es una pequeña modificación en nuestro comportamiento cotidiano. A continuación os muestro 7 consejos simples para hacer nuestra vida más "verde".
1. Una idea luminosa
Pasarse a las bombillas de bajo consumo, también llamadas “lámparas fluorescentes compactas”. El mercado ofrece una gran variedad en formas y tamaños que se adaptan a la mayoría de las lámparas y apliques. El ahorro de energía es muy notable: consume menos de la cuarta parte de lo que consumiría una bombilla normal. Cierto es que son un poco más caras que las bombillas normales pero duran hasta 10 veces más.
Te preguntarás que tan tangible puede ser este pequeño cambio en tu casa. Si cambias 17 bombillas incandescentes y las reemplazas por fluorescentes, equivaldrá a sacar de circulación 1 automóvil por un año.
2. Librarnos del exceso de químicos
En la mayoría de nuestros hogares se pueden encontrar cientos de sustancias químicas, principalmente en los productos de limpieza y pesticidas. En su mayoría estos productos son nocivos para el ser humano, y su uso prolongado está relacionado con enfermedades como el Parkinson o el cáncer entre otras. La mejor opción es tratar de liberar nuestros hogares de la mayor cantidad de químicos reemplazando éstos por productos orgánicos (desde limpieza hasta los alimentos).
3. Electrodomésticos en "Standby"
Muchos de nuestros electrodomésticos (TV, cafetera, tostadora....etc.) al apagarse quedan en el estado de "Standby" (o consumo en espera), de esta forma continúan gastando electricidad sin ninguna utilidad. En Stand by, el aparato se encuentra conectado, a la espera de recibir órdenes, por lo que consume energía eléctrica. Se calcula que casi un 15% del consumo de una vivienda se produce por aparatos electrónicos conectados en Stand by. Se recomienda que para ahorrar energía, dinero y evitar contaminación se desconecten los aparatos electrónicos de manera que cuando no se vayan a utilizar quedan totalmente fuera de la red eléctrica.
4. Las 3 R - Reducir - Reutilizar y Reciclar
Reducir el consumo de elementos contaminantes. En lugar de traer las compras del supermercado cada vez que vamos en bolsas de plástico, podemos llevar nuestra bolsa/carro de compras.
Dependiendo el lugar donde vivamos contaremos con más o menos mecanismos de gestión y reciclado de residuos y en base a estos procuraremos agruparlos.
Los productos básicos que podemos separar son: plásticos, vidrios, aluminio, papeles y basura orgánica. La producción de objetos realizados con aluminio reciclado requiere un 5% de la energía necesaria para producirlo de aluminio virgen.
5. Consumir productos locales
Muchos de los productos disponibles en los supermercados viajan miles de Km. hasta llegar a la tienda de nuestro barrio. Esto aumenta el consumo de combustibles y encarece su precio final. Siempre es preferible seleccionar productos locales, así beneficiaremos a nuestra comunidad, al medio ambiente y a nuestra economía.
6. No consumir papel innecesariamente
Aunque la aparición del correo electrónico ha reducido la cantidad de correspondencia física que recibimos, la deforestación es la responsable del 25% de las emisiones de carbono liberadas a la atmósfera.
¿Cómo podemos ayudar? Podemos cancelar toda la correspondencia en papel que no nos sea útil, y la que resulte necesaria podemos solicitar que nos la envíen por correo electrónico. En la actualidad muchas empresas (Ej. Bancos) ofrecen a sus clientes la posibilidad de recibir las notificaciones únicamente por correo electrónico.
7. Rodearnos de verde
Todos sabemos la importancia de contar con entornos verdes. Estos tienen dos funciones fundamentales para nuestra existencia: absorber el dióxido de carbono y generar oxígeno. En las ciudades donde es dificultoso "rodearse de verde" existen alternativas interesantes para mejorar la calidad del aire como la denominada "techos verdes".
Al construir una casa o al elegir elementos para ella, debemos procurar optar por materiales "amigables" con la naturaleza, por ejemplo maderas de árboles que han sido plantados con este fin o muebles hechos con materiales reciclados.
Una de las aplicaciones más interesantes de este concepto es el desarrollo de una huerta en casa, por mínimo que sea el espacio disponible siempre tendremos un lugar para alguna maceta y aprenderemos así el placer plantar, ver crecer y consumir nuestros propios alimentos.