27 de julio de 2011

El heredero de Kim Peek

Para empezar, recordaremos quién es Kim Peek. Este hombre se hizo famoso por tener unas habilidades de memoria, lectura de libros, cálculo mental y retención de información totalmente asombrosa y fascinante, se podía decir que poseía una memoria eidética (lo que comúnmente llamamos "memoria fotográfica", aunque existen algunas diferencias entre ambas).

Su caso se hizo mundialmente célebre en 1988, cuando Dustin Hoffman y Tom Cruise protagonizaron Rain Man. Fue un éxito, y posteriormente, en la misma línea, se rodó en 2001 Una Mente Maravillosa, protagonizada por el oscarizado Russell Crowe. En ella se encarnaba al premio Nobel John Nash, quien sufría de esquizofrenia.

Sin embargo, Kim Peek tenía graves problemas para ser autosuficiente y sufría síndrome de Asperger. Esta enfermedad era la que le otorgaba las fantásticas habilidades de las que disponía, pero le dificultaba seriamente otras que para nosotros son muy sencillas, como peinarse, vestirse, o atar unos cordones. Kim Peek falleció en 2009, y se le recuerda como el auténtico Rain Main. Leía libros con los dos ojos, una página con cada ojo, y ostenta el récord de memoria de lectura.

En la misma línea de esta caso, apareció hace pocos años el caso de Daniel Tammet, un joven inglés que demostró poseer la habilidad de aprender islandés en una semana, tener una capacidad de cálculo mental fuera de lo común, y una memoria extraordinaria, entre otras grandes capacidades.

En su mente, cada número posee una única forma, color, textura y emoción. De forma intuitiva, Tammet puede "ver" los resultados de complejas operaciones matemáticas dentro de un paisaje que recrea su mente inconsciente sin esfuerzo, pudiendo distinguir de un solo vistazo, por ejemplo, si un número es primo o compuesto. Su particular forma de ver los números lo ha llevado a describir algunos de ellos como "especialmente feos" (caso del 289), o al 333 como "atractivo", o al número pi, como "especialmente hermoso".

Sus hazañas se pueden ver en el documental que se realizó sobre él, del cual os dejo la primera parte, de unos 10 minutos de duración:


Aparentemente su síndrome de Asperger no es tan severo como el de Kim Peek, y es capaz de soportar situaciones de presión, socializarse con mayor facilidad y ser más dueño de sus capacidades motoras, pero ambos poseen este síndrome. El caso de Daniel está siendo estudiado por neurocientíficos para tratar de comprender más el cerebro, sus capacidades y su potencial.

Daniel es consciente de su don, pero a la vez, es consciente de su síndrome de autismo Asperger y su epilepsia. Su caso lo llegó a explicar perfectamente en una entrevista en el famoso programa americano de Letterman.

Kim Peek falleció en 2009, sin embargo, la televisión logró reunir tanto a Daniel como a él, y el resultado de este sorprendente encuentro se puede ver en el siguiente vídeo (tan solo son 3 minutos):


Este tipo de autismo está siendo muy empleado en la literatura y en el cine desde hace poco tiempo. El último episodio en el que lo pudimos ver fue en la saga sueca Millenium. No es de extrañar que sea un argumento muy socorrido en las historias. Este síndrome es también conocido como el síndrome de los sabios y es lo que hace que ciertas personas sean muy brillantes en ciertas habilidades, pero tremendamente opacos y difíciles de entender por el resto de la sociedad.


Sirvan por tanto, estas líneas, como nuestro pequeño homenaje particular a Kim Peek y a todas esas mentes maravillosas que no dejan de sorprendernos. Una vez más, podemos afirmar que los entresijos de la mente humana son increíbles.

Fuente: Amazings.es

4 de julio de 2011

¿Será éste el verano más largo del siglo?

Varios medios de comunicación saludaron la entrada del verano (en el hemisferio norte) con el anuncio de que estamos ante el que será el verano más largo del siglo. ¿Es cierto esto? Pues, como tantas veces, sí y no. Pero, como diría Jack el Destripador, vayamos por partes.

Lo primero que hay que tener claro es el por qué de las estaciones. Tenemos estaciones debido a la inclinación del eje de la Tierra respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Ello hace que en un punto concreto de dicha órbita la parte norte del eje apunte al Sol y éste dé “de pleno” en el hemisferio Norte y sea verano. En el punto opuesto de la órbita, la parte norte del eje apunta en dirección opuesta al Sol. Es entonces invierno en el hemisferio Norte y verano en el Sur. En esos puntos tienen lugar los solsticios. Las imágenes nos ayudaran a verlo.



Este eje, sin embargo, sí que se mueve lentamente a lo largo del tiempo. Se trata del llamado movimiento de precesión. Este movimiento de precesión, que tiene un periodo de unos 26.000 años, hace que los solsticios se desplacen a lo largo de la órbita de la Tierra y puedan tener lugar en cualquier punto de ella. En esta época que nos ha tocado vivir, casualmente, resulta que los solsticios tienen lugar cerca de dos puntos especiales de dicha órbita: el afelio (punto más alejado del Sol) y el perihelio (punto más cercano).

Como sabemos, el solsticio de verano (del hemisferio norte) tiene lugar alrededor del 21 de junio, siendo el afelio a primeros de julio.


Como es lógico, la fuerza de atracción que el Sol ejerce sobre la Tierra en perihelio es mayor a la ejercida en afelio. Eso hace que la velocidad de la Tierra sea mayor en perihelio que en afelio. Para entendernos, y como no vamos a utilizar en la explicación una fuerza que no existe, la fuerza centrífuga, si en perihelio vamos demasiado lentos, caemos al Sol. Si en afelio vamos demasiado rápido, nos salimos de la órbita hacia fuera. Esto es, la Segunda ley de Kepler.

¿Cuándo tienen lugar entonces los veranos más largos en el hemisferio Norte? Cuando nuestro verano coincide de pleno con la parte más lenta de la órbita terrestre, en afelio. Es decir, el verano más largo tendrá lugar cuando la Tierra pase por el afelio en mitad de nuestro verano, alrededor del 5 de agosto. En la actualidad, el afelio tiene lugar alrededor del 4 de julio y el movimiento de precesión hace que se vaya retrasando poco a poco. Y será dentro de aproximadamente 20 siglos cuando el verano llegará a su máxima duración de 94 días y 8 horas aproximadamente, frente al actual que durará 93 días y 15 horas.

¿Y que hay de lo nuestro entonces? Es decir, ¿será el actual el verano más largo del siglo? Sí, pero no. Estamos ante el verano más largo en muchos siglos, pero será superado con celeridad, pues, como hemos visto, los veranos tienden en este momento a crecer. El próximo verano, sin embargo, no será tan largo como este. ¿Y eso? El motivo es que las cosas son, en la práctica, bastante más complejas. Veamos la gráfica de la duración del verano entre los años 1900 y 2100, obtenida por Borja Tosar.


Como vemos en esa gráfica, el verano actual es el más largo de los últimos tiempos, pero el del 2019 lo superará. ¿Y por qué el crecimiento no es constante y sigue la línea recta? Por la influencia del resto de cuerpos del Sistema Solar, Júpiter, principalmente. Pero la tendencia es clara y nuestro verano seguirá creciendo los próximos siglos.

Fuente: Amazing.es

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