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4 de febrero de 2011

50 años del primer chimpancé en el espacio

Hace 50 años, Ham se convirtió en el primer chimpancé en viajar al espacio, a bordo de la nave 'Mercury Redstone'. El viaje duró 16 minutos y medio y se adelantó al del primer humano, el ruso Yuri Gagarin.

El 31 de enero de 1961 la NASA dio un puñetazo sobre la mesa en la carrera espacial: el chimpancé conquistaba el espacio 10 semanas antes de que lo lograse el astronauta ruso Yuri Gagarin. En aquel momento, Ham colocaba su nombre junto al de la perrita Laika como uno de los animales más famosos que han viajado al espacio.

El nombre de Ham es el acrónimo del laboratorio donde recibió el entrenamiento necesario antes de embarcar en la nave, el Hollomans'Aero-Medical. El chimpancé había nacido en Camerún julio de 1957, desde donde le trasladaron a la base de la fuerza área de Holloman en Nuevo México (EEUU) en 1959.

El viaje del chimpancé

En principio, estaba previsto que el vuelo de la nave 'Mercury Redstone' en la que viajaba Ham alcanzase una altitud de 185 km con una velocidad de unos 7.081 km/h. No obstante, debido a problemas técnicos, la nave que transportaba al chimpancé se elevó 253 km con una velocidad de 9.426 km/h aproximadamente.

Ham experimentó 6,6 minutos de ingravidez durante los 16 minutos y medio que duró su viaje. De regreso, el chimpancé amerizó en el Océano Atlántico a más de 95 km del barco que le recogería. Un examen médico posterior dictaminó que, aunque Ham estaba cansado y deshidratado, su estado de salud general era bueno.

La misión de Ham abrió la veda para el futuro viaje del primer americano en el espacio, Alan Shepard Jr., el 5 de mayo de 1961. El primer humano que lo consiguió fue el ruso Yuri Gagarin el 12 de abril de 1961, a bordo de la nave 'Vostok 1'. Este año también se cumplirán 50 años de la hazaña de Gagarin.

Retiro en el zoo

Tras su periplo espacial y concienzudos estudios médicos, en 1963 Ham fue a vivir al Zoo de Washington, donde permaneció hasta septiembre de 1980 cuando se trasladó al Parque Zoologico de Carolina del Norte en Asheboro, lugar en que falleció en enero de 1983.

El Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas de EEUU se quedó con el esqueleto del chimpancé para someterlo a nuevos estudios y en la actualidad, sus huesos forman parte de la colección del Museo Nacional de la Salud y Medicina, en Washington DC (EEUU). Los demás restos mortales de Ham se encuentran en el Paseo Espacial Internacional de la Fama, en Alamogordo (Nuevo México, EEUU).

Animales en el espacio

El primer animal que participó en una misión espacial fue el mono Albert I el 11 de junio de 1948. Desde entonces, otros monos, chimpancés, ratones o conejos sirvieron a los científicos de EEUU y la URSS en sus investigaciones para conseguir que el hombre pudiera viajar al espacio.

En 1957, el año en el que nació Ham, el Sputnik 2 ruso partía con la perra Laika a bordo. El animal viajó en un habitáculo de metal y falleció a las pocas horas del despegue debido al estrés y altas temperaturas.

Fuente: El Mundo


5 de enero de 2011

La Voyager 1 llega a los confines del Sistema Solar

Tras una odisea de 33 años, la nave espacial Voyager 1 de la NASA ha llegado al borde de nuestro sistema solar.

Según ha informado la agencia espacial estadounidense, la mítica misión ha llegado a una zona en la que la velocidad del gas caliente ionizado, o plasma, que emana directamente hacia el exterior desde el sol, se ha reducido a cero. Los científicos sospechan que el viento solar ha cambiado de dirección debido a la presión del viento interestelar en la región entre las estrellas.

Se trata de un hito en la trayectoria de la Voyager 1, camino de salir definitivamente del Sistema Solar, dentro de unos cuatro años. "La Voyager 1 se acerca al espacio interestelar", dijo Ed Stone, científico del Instituto de Tecnología de California (Caltech).

La Voyager 1 fue lanzada al espacio el 5 de septiembre de 1977, mientras que su sonda gemela (la Voyager 2) lo había hecho el 20 de agosto del mismo año. Esta segunda nave se encuentra en la actualidad a 14.162 millones de kilómetros del Sol. Ambas sondas han seguido trayectorias diferentes a distintas velocidades (la Voyager 1 va más rápido), por lo que se espera que su hermana gemela logre alcanzar la misma región del Sistema Solar en unos años más.

Nuestro Sol emite una corriente de partículas cargadas que forman una burbuja conocida como heliosfera, situada alrededor de nuestro Sistema Solar. Es un gas caliente de partículas cargadas que viaja a velocidades supersónicas hasta que llega a una zona de onda de choque a partir de la cual se ralentiza y se calienta.


La velocidad del viento solar

Los científicos han utilizado los datos de esta nave para calcular la velocidad del viento solar. Cuando la velocidad de las partículas cargadas que impactan en la Voyager 1 es igual a la velocidad de la nave, la velocidad del viento es cero. Esto se registró el pasado junio, pero los investigadores siguieron tomando datos durante cuatro meses porque estas velocidades pueden fluctuar.

Estos nuevos datos han sido presentados en una reunión de la American Geophysical Union que se celebra en San Francisco. La entrada de la Voyager 1 en el espacio interestelar se apreciará en los registros por una caída repentina de la densidad de partículas cargadas calientes a la vez que aumentará la densidad de partículas frías.

Los científicos están utilizando modelos de la estructura del Sistema Solar para determinar cuando cruzará la Voyager 1 la heliosfera. Sus estimaciones actuales indican que la nave cruzará esa frontera en unos cuatro años.


31 de octubre de 2010

Diez años viviendo en la Estación Espacial Internacional

El 2 de noviembre del año 2000 la expedición número 1 a la Estación Espacial Internacional, con el comandante Bill Sepherd y los ingenieros de vuelo Sergei Krikalev y Yuri Gidzenko se convirtieron en los primeros residentes del complejo orbital.

Desde entonces, la Humanidad ha mantenido una presencia continuada en orbita, con 200 astronuatas que han visitado el complejo. Un total de 15 naciones han contribuido a la construcción de sus instalaciones, y se han llevado a efecto más de 600 experimentos, informa la NASA.

A través de las 245 expediciones a la estación, hombres y mujeres de todo el mundo han trabajado juntos por la causa de la exploración y la ciencia.

En su configuración actual, la Estación Espacial Internacional mide una superficie parecida a la de un campo de fútbol, y su zona presurizada es equivalente a un Boeing 747. La envergadura de sus paneles es superior a la de las alas de un Boeing 777, el mayor reactor civil bimotor. Su peso es como el de 320 coches y la superficie de sus paneles solares bastaría para cubrir ocho canchas de baloncesto o tres edificios como el Senado de Estados Unidos.

Otro dato curioso es que en el espacio de 24 horas la Estación Espacial cubre una distancia similar a la de ir y volver de la Tierra a la Luna.

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