31 de agosto de 2011

Los 8 libros de ciencia que cambiaron el mundo

Los libros de ciencia son como tsunamis neuronales, tormentas culturales, movimientos sísmicos cuyo epicentro se encuentra en lo que consideramos indudable, intocable o dogma de fe. Cada libro de ciencia, a lo largo de la historia, ha provocado estos efectos en menor o menor medida.

Vamos a presentaros algunos de los que llegaron más alto en ese movimiento capaz de hacer resquebrajarse los pilares del mundo conocido. Sin duda podríamos incluir muchos más, pero por la gran influencia mediática que tuvieron, hemos elegido estos ocho:

Claudio Ptolomeo
1. Cosmographia de Claudio Ptolomeo: presenta la Tierra como centro del universo y determina la concepción del mundo entre los siglos II y XVI. Sus datos falsos sobre la extensión de Asia motivaron los viajes de Colón. El autor vivió y trabajó en Egipto (se cree que en la famosa Biblioteca de Alejandría). Fue astrólogo y astrónomo, actividades que en esa época estaban íntimamente ligadas. Ptolomeo también catalogó muchas estrellas asignándoles un brillo y magnitud y estableció criterios para predecir eclipses.

2. Elementa Geométrica de Euclides (s. III a. C.): el manual de matemáticas más antiguo del mundo. Hoy todavía resulta útil, dado que el lenguaje de las matemáticas es universal. Por citar algunos de los más conocidos: La suma de los ángulos interiores de cualquier triángulo es 180°; o en un triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.

3. Ópera de Galeno: Libro fundamental de medicina hasta la Edad Moderna. Su doctrina de la mezcla de los humores corporales influyó fuertemente en la literatura y el teatro. Sus puntos de vista dominaron la medicina europea a lo largo de más de mil años. Entre otras cosas, Galeno demostró cómo diversos músculos son controlados por la médula espinal, que es el cerebro el órgano encargado de controlar la voz, demostró las funciones del riñón y de la vejiga, y también que por las arterias circula sangre, y no aire (como pensaban Erasístrato y Herófilo).

4. Historia natural de Plinio el Viejo: Enciclopedia de la ciencia de la Antigüedad que cita más de 400 fuentes griegas y romanas. Abarca todas las ramas del saber, desde la física hasta a la literatura. Fue el libro de consulta más importante de la Edad Media.

Nicolás Copérnico
5. Sobre las revoluciones de las orbes celestes de Nicolás Copérnico (1473-1543): explica los movimientos celestes observables afirmando que la Tierra gira alrededor del Sol, y éste alrededor de sí mismo. Por esa razón, en 1616 fue incluido en el índice de libros prohibidos por la Iglesia. Copérnico pasó cerca de veinticinco años trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del universo. En aquella época resultó difícil que los científicos lo aceptaran, ya que suponía una auténtica revolución.

6. Principios matemáticos de la filosofía natural de Isaac Newton (1643-1727): teoría que demuestra que todos los fenómenos del Sistema Solar pueden deducirse y predecirse a partir de las leyes de la dinámica y de la gravitación. Sin duda, la obra más importante de la ciencia natural. El poder divino se sustituye por las leyes de la causalidad y de la mecánica.

7. Systema Naturae de Carl von Linneo (1707-1778): fundamentación de la botánica y de la zoología modernas mediante una clasificación sistemática del mundo vegetal y animal en géneros y especies. La nomenclatura latina que establece Linneo es la que se sigue usando actualmente.

8. Enciclopedia de Diderot y D´Alembert (1751-1765): la obra más importante de la Ilustración europea y que contribuyó al descrédito del Antiguo Régimen. sin duda emocionará a los que, como yo, consideran la razón un triunfo y la Ilustración la mayor zancada intelectual de la hombre. Una obra sobre otra obra inclasificable para la época que no sólo removió conciencias sino que dio trabajo a miles de personas y conmovió a la sociedad para siempre. La casualidad convirtió a ambos autores de la enciclopedia en pioneros que hicieron crecer su obra hasta niveles titánicos, transformando un simple trabajo remunerado en un estilo de vida que revolucionaría la industria editorial y plantaría cara a las críticas, a lo políticamente correcto y hasta al mismísimo Papa, aunque ello conllevara la cárcel.


18 de agosto de 2011

¿Cuál es el animal más resistente del mundo?

El animal más resistente de la Tierra es el llamado Oso de agua o Tardígrado, un invertebrado microscópicos de entre 0,1 ó 0,2 mm hasta 1,5 mm de largo con ocho patas regordetas, garras y cabeza a modo de pequeña sonda.


Los tardígrados fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773. El nombre Tardígrada significa “de paso lento” y fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777 justamente debido a la lentitud de este animal.

Los tardígrados son especialmente abundantes en la película de humedad que recubre musgos y helechos, aunque no faltan especies oceánicas y de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no habiten. Son prácticamente indestructibles, no mueren incluso si los hervimos, congelamos, los metemos bajo presión o los desecamos. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los -272º C (casi la temperatura más fría posible) y los 149º C, así como a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior, de modo que se admite que pueden sobrevivir en el espacio exterior.

Señala acerca de esto último el biólogo Bob Goldstein de la Universidad de Carolina del Norte: "Ningún animal había sobrevivido antes al espacio abierto".


En septiembre de 2007 se lanzó la nave rusa FOTON-M3 de la ESA, y en ella fueron colocados un grupo de tardígrados. Se comprobó que no sólo sobrevivieron a las condiciones del espacio exterior, sino que incluso mantuvieron su capacidad reproductiva. Además, pueden soportar 100 veces más radiación que los seres humanos y vivir hasta 120 años en un estado de hibernación sin agua, y reactivarse en cuanto se les suministre.

Aún cuando no soy muy dado a insertar vídeos de dudosa procedencia, o de pseudo-programas que quieren acercarse al mundo de la ciencia... no puedo evitar insertar dos vídeos extraídos del programa Cuarto Milenio, que dedicaron un programa completo a este apasionante ser vivo.




14 de agosto de 2011

Magia en las matemáticas: simetrías y números primos

En esta nueva entrada de nuestro blog, vamos a seguir adentrándonos en el mundo de las matemáticas... pero no desde la perspectiva que solemos tener, de una asignatura farragosa que os hace pasar malos ratos en el Instituto o la Universidad... sino desde la belleza y la magia que los números pueden llegar a mostrar.

Marcus du Sautoy
Los números están presentes en cada paso que damos, en cada elemento a nuestro alrededor... las formas, las texturas, los tamaños de los objetos, la manera que tenemos de comunicarnos, la misma música que escuchamos... no son sino distintas formas de manifestar el lenguaje matemático...

¡Las matemáticas son mágicas! Si esta afirmación te hace sonreir porque piensas justo lo contrario, debes ver el siguiente vídeo, de unos 28 minutos de duración, en la que el divulgador científico Eduard Punset entrevista en su programa Redes de RTVE al matemático, escritor y presentador inglés Marcus du Sautoy. En ella vamos a poder observar dos puntos de vista apasionantes de las matemáticas: las simetrías y su aparición en la naturaleza (por ejemplo a través de la famosa Sucesión de Fibonacci), y en segundo lugar, los números primos con su magia particular.

Esta segunda parte acerca de los números primos es apasionante. Todos sabemos qué son los números primos: aquellos que solo pueden ser divididos por la unidad o por ellos mismos para que el resultado sea un número entero. Todos somos capaces de recordar algunos de ellos, los más sencillos: 1, 2, 3, 5, 7, 11, 13... Pero, ¿sabes que el mayor número primo conocido tienen nada menos que casi trece millones de dígitos?

Por otra parte, los números primos son básicos a la hora de manejarnos por este medio a través del cual lees esta información: Internet. La criptografía de Internet, tal y como se muestra brevemente en el vídeo, está basada en los números primos, de tal manera que si se consiguen alcanzar ciertos avances científicos en mecánica cuántica, corren serio peligro todos los sistemas de pagos seguros en la red.

No te descubro más cosas, ten paciencia y saca un rato de las vacaciones para visionar el reportaje. Quizá a su término veas las matemáticas desde otra perspectiva y pueda ser el momento de dejar de verlas como un obstáculo en tus estudios.


Si quieres seguir ampliando toda esta información, solo queda recomendarte las dos publicaciones traducidas al castellano de Marcus du Sautoy:

La música de los números primos
Marcus du Sautoy
El Acantilado
526 páginas
ISBN: 978-84-96489-83-7
29,00 €





Simetría: Un viaje por los patrones de la Naturaleza
Marcus du Sautoy
El Acantilado
501 páginas
ISBN: 978-84-92649-17-4
29,00 €






1 de agosto de 2011

Muere el padre de la criogenia... y ha sido criogenizado

Estos días ha muerto Robert Ettinger, el padre de la criónica, esa idea con tintes científicos –aunque bastante cuestionada– que propone que la gente sea congelada tras su muerte cerebral confiando en que años o siglos después pueden ser despertados y curados de sus enfermedades como si nada hubiera pasado.

Hay diversas empresas dedicada a estos menesteres, aunque solo dos operan legalmente en EE UU (Alcor y el Cryonics Institute). Se enfrentan a no pocos problemas técnicos y legales, tales como llegar a tiempo con los equipos de criogenización cuando alguien fallece, mantener las naves y neveras con los "clientes" siempre a la temperatura adecuada, obtener los permisos legales, que no los acusen de congelar a gente todavía viva en el lecho de muerte –dado que haciéndolo así dicen que se multiplican las posibilidades de sobrevivir– y rarezas por el estilo. Un detalle digno de ser destacado: congelar un cuerpo es bastante caro, del orden de 140.000 euros, aunque por unos 70.000 euros pueden también congelarte sólo el cerebro que es lo que realmente importa.

Ettinger tenía 92 años y como llevaba tiempo enfermo y se estaba preparando para el gran momento; según dicen los familiares lo han podido congelar "de forma óptima", así que ahora descansará junto a otros cientos de cuerpos (y cerebros) a ver si hay suerte y en los siglos venideros pueden descongelarlos.

No descansará junto a Walt Disney porque aquello era una leyenda urbana y hoy en día se sabe que Walt Disney no está congelado. Incluso hay fotos de su tumba, un nicho normal y corriente. En el caso de Ettinger, estará rodeado de "geeks" porque la mayor parte de los congelados son ingenieros de software, aparte de que tres de cada cuatro son mujeres, según las estadísticas.

Usando la terminología de las empresas del ramo, ahora Robert Ettinger ya no es un cadáver. Es un… paciente.

Será curioso ver las reacciones cuando fallezca alguno de los actuales proponentes de las teorías más radicales sobre prolongación de la vida, que hacen una vida con una alta restricción calórica complementada con diversos productos químicos y confían en transplantes y otras técnicas con la esperanza de no morir nunca y vivir para siempre – al menos hasta un futuro cercano en que sus investigaciones den resultado y la inmortalidad sea científicamente algo que se pueda conseguir.

Fuente: Microsiervos

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