La obsolescencia programada consiste, básicamente, en reducir de manera deliberada la vida de un determinado producto para aumentar su consumo. Su origen no es ni mucho menos actual, ya se empezó a practicar entre 1920 y 1930.
Muchos de los actuales bienes de consumo, sobre todo los relacionados con la tecnología, están fabricados para no durar. A menudo encontramos baterías de móvil que dejan de funcionar tras 18 meses, bombillas que apenas duran 1000 horas, impresoras que dejan de imprimir tras alcanzar un determinado número de copias... ¿Por qué, si la tecnología avanza cada vez más, los productos de consumo duran cada vez menos?
Hace apenas unos meses podíamos ver en todos los telediarios que una bombilla de un parque de bomberos en Livermore (Estados Unidos), lleva luciendo nada menos que 106 años de manera ininterrumpida, habiendo batido por tanto, un record Guiness. Incluso han creado un sitio web conmemorativo de esta bombilla, y se puede conectar con una webcam donde se puede observar en tiempo real el funcionamiento de esta bombilla (ya sería mala suerte que si nos ponemos a mirarla, se funda en ese momento). ¿No es irónico que un elemento tan rudimentario fabricado hace tanto tiempo lleve funcionando tantos y tantos años, mientras que objetos similares pero mucho más avanzados tecnológicamente, tengan una duración de apenas 1000 horas?
¿Es lícito hacer esto? ¿Es correcto?¿Nos dejamos engañar por las compañías que realizan esta práctica?¿Qué implicaciones económicas tiene para los consumidores y las compañías fabricantes?¿Tiene más que ver con las modas o con un simple afán de lucro de las compañías?
Para pensar un poco en este tema, nada mejor que ver un documental ofrecido por RTVE, titulado "Comprar, tirar, comprar". Sería suficiente con meditar un rato sobre este asunto, para darnos cuenta del tipo de mundo industrial en el que vivimos.
Disfruta del documental, dedica apenas 50 minutos de tu vida a cambio de descubrir de que manera nos obligan a comprar, tirar y volver a comprar el mismo artículo.
Disfruta del documental, dedica apenas 50 minutos de tu vida a cambio de descubrir de que manera nos obligan a comprar, tirar y volver a comprar el mismo artículo.
3 comentarios:
Pinta bien... Un tema bastante interesante.
Soy Nico Cascales (4ºA) y la verdad es que el trabajo ya lo he hecho pensando que iba a tardar mas en hacerlo y el video está muy bien, me ha impactado la realidad de las cosas.
es bastabte interesante, curioso y ademas cierto
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